viernes, 5 de febrero de 2010

Jairo Miguel: 'Con la publicidad de la cornada, me esperaron con la escopeta cargada'

Con apenas 16 años, a Jairo Miguel le ha llegado todo muy rápido. A los seis pegó sus primeros capotazos a un becerro y llegó a ser multado por actuar en festivales benéficos sin tener la edad reglamentaria, por lo que decidió cruzar el Atlántico y desarrollar su carrera de novillero en México. Allí vivió una época de triunfos, un percance que estuvo a punto de costarle la vida y se convirtió en el torero más joven en tomar la alternativa. Ahora, se enfrentará en solitario a seis toros mañana, sábado 6 de febrero en Cáceres.

"Es una fecha señalada y tengo los nervios lógicos, pero hay que pensar en aliviarlos disfrutando el día a día de la preparación. Aislarte y sólo pensar en torear", declara Jairo Miguel, que ya al final de la temporada pasada quiso celebrar una encerrona en su tierra. "Al final no se pudo llevar a cabo. Ahora nos hemos decidido por hacerlo para esta causa y creo que es un motivo bonito. Conocí a un niño autista por una amiga común y me impresionó esa enfermedad. Después me informé y quedé sorprendido".

Los festejos de un solo matador suelen tener lugar en los meses finales del año, pero "las corridas nunca son pronto. Me encuentro bien física y mentalmente. Además creo que sería una carta de presentación extraordinaria para comenzar la temporada. Haré todo lo posible para que hierva la plaza y la gente no pase frío", afirma el joven espada de Malpartida.

Para enfrentarse a un acontecimiento así son necesarias la suficiencia física y un repetorio variado. "Hay que estar preparado mentalmente para realizar seis faenas distintas, entrar en quites... además de salir a disfrutar y no a pasar un mal rato. No he podido hacer mucho campo porque el tiempo lo ha impedido, pero estas semanas ya he podido entrenar a tope y espero hacer mucho campo hasta el mismo día de la encerrona", espeta Jairo Miguel, que gracias a su aprendizaje en México, cuenta con repertorio variado con el capote.

Un regreso lejos de lo esperado

Después de pasar en México toda la etapa de novillero, llegó a España como matador. En total actuó en 11 festejos, la mayoría en plazas de Extremadura. "Yo esperaba un poco más. Tenía la ilusión de torear un mayor número de festejos. A pesar de eso estoy contento porque he logrado una frecuencia alta de triunfos", confiesa el diestro cacereño, que considera haber sentido "bien tratado" por el público.

 "Aunque también es cierto que me han mirado con lupa", prosigue el torero. "La cornada de Aguascalientes dio demasiada publicidad y luego me han esperado con la escopeta cargada. Pero no todo el mundo, también he sentido mucho cariño, porque cuando uno se entrega, la gente también". Más de dos años después, aquel percance está olvidado. "Tomé aquella cornada como una prueba del destino, un tropezón más. Fue muy fuerte, pero no le di la importancia que los demás le dieron. La superé bien, como el que pincha una gran faena o se deja un toro vivo".

Con la encerrona del día 6, Jairo Miguel escribirá otra página en su carrera. Unos años de los que "no cambiaría nada. Todo lo que he vivido me ha servido mucho y lo he disfrutado. Igual me hubiese gustado no marcharme tan lejos para lograr mi sueño, y haberlo podido realizar en España", concluye Jairo.

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